Se define suplemento nutricional como aquel producto alimentario que se toma por vía oral y que tiene la finalidad de suplementar la dieta habitual.
Suele consistir en un concentrado de nutrientes, habitualmente vitaminas y minerales, u otras sustancias con efectos fisiológicos (extractos de plantas, aminoácidos, enzimas, etc.) que se comercializan en diversas dosis y formatos, como pastillas, cápsulas, ampollas, sobres, etc., aunque también se puede encontrar en forma de alimento, como por ejemplo barritas, y es importante destacar que nunca deben sustituir a una dieta equilibrada, como su nombre indica, son suplementos.
Todos los suplementos alimentarios son regulados por ley y deben estar etiquetados correctamente según la normativa vigente y se administran para corregir una deficiencia nutricional en situaciones en las que el organismo no es capaz de extraer de manera óptima o en la proporción adecuada los nutrientes de los alimentos a pesar de seguir una dieta equilibrada, como puede ocurrir en el envejecimiento o determinadas enfermedades, o en algunos casos para proveer a las células de sustancias que, a priori no requieren, pero aumentan su rendimiento.
Los suplementos aportan los nutrientes necesarios para complementar a los obtenidos de los alimentos facilitando al organismo la mejora de sus funciones vitales y es importante diferenciarlos y recordar que no son medicamentos.
Las razones por las que se realiza una suplementación alimentaria son diversas:
- Para evitar la aparición de enfermedades.
- Para aliviar los síntomas o molestias de enfermedades que ya están presentes como artritis, osteoporosis, inmunidad deprimida, etc.
- Para incrementar la energía, encontrarse mejor o retrasar el envejecimiento o las señales que van apareciendo debido a este envejecimiento cronológico o biológico.
También hay que tener presente, que los nutrientes que tradicionalmente adquiríamos a través de los alimentos (frutas, verduras, carnes, pescados, legumbres,…) debido a los actuales sistemas de explotación intensiva, el agotamiento de los suelos, los aditivos, los contaminantes, y los tóxicos o medicamentos incorporados, pueden ser más deficientes o incluso se han llegado a perder, o, nuestro organismo es incapaz de absorberlos y por ello es necesario su suplementación. Por este motivo, en los últimos años, ha habido mucho interés en hallar suplementos naturales que protejan al cuerpo de los déficits originados por factores externos.
Dentro de las personas que necesitan o pueden necesitar el aporte de suplementos dietéticos podemos distinguir principalmente dos grupos:
- Aquellas cuyo aporte o absorción es inferior al normal (dietas restrictivas, veganos o personas que siguen dietas vegetarianas muy estrictas, ancianos, personas con problemas de absorción intestinal, aquellas con escasa exposición a los rayos ultravioleta del sol, etc.)
- Aquellas cuyas necesidades de determinados nutrientes son mayores de lo normal, de forma temporal o permanente (mujeres en edad fértil, durante el embarazo o la lactancia, en algunos casos niños pequeños, entrenamiento físico extremo, estrés físico o psicológico, etc).
En cualquier caso, podemos concluir que los suplementos siempre han de ser un complemento de apoyo a una dieta correcta y equilibrada, que han de estar ajustados a las necesidades específicas de cada individuo y han de compensar bien los déficits derivados de diferentes causas o bien aportar un mayor potencial en las situaciones especiales que así lo requieran.