Este estudio nos permite detectar situaciones de exceso o déficit en nuestra alimentación y es importante tanto para la corrección de trastornos en personas enfermas como para su prevención en individuos sanos.
La evaluación del estado nutricional en los adultos incluye:
- Historia clínica y psicosocial, que nos ayuda a conocer factores que influyen en los hábitos alimentarios y contribuye, junto con la exploración física, a la detección de posibles deficiencias o excesos nutricionales.
- Historia dietética. Proporciona información sobre el patrón de consumo y el tipo de alimentos que se ingieren ayudando a identificar alteraciones existentes en la dieta habitual.
- Parámetros antropométricos y composición corporal. La antropometría evalúa el tamaño corporal y la proporción entre talla y peso. Cambios en el peso y en las circunferencias de la cintura y de la cadera, entre otros, son indicadores de variaciones en el estado nutricional, por ejemplo, una variación reciente de peso del 10% es indicativa de un cambio significativo en el mismo.
Los pliegues cutáneos y los perímetros corporales son útiles para determinar la grasa subcutánea y la masa muscular. La circunferencia de la cintura o perímetro abdominal y el índice cintura cadera son útiles para conocer la distribución de la grasa corporal y ayudan a determinar el tipo de sobrepeso u obesidad. La importancia del ICC radica en que la distribución central de la grasa es un buen factor predictivo de alteraciones metabólicas y permite detectar el riesgo CV.
En cuanto a la composición corporal una de las técnicas más utilizadas para valorarla es la impedancia bioeléctrica que nos permite discriminar entre masa magra y masa grasa estimando así la cantidad de grasa corporal.
Datos bioquímicos. La determinación de diversos parámetros bioquímicos puede también ayudarnos a evaluar el estado metabólico y nutricional.
Tras la realización de esta evaluación podremos establecer de forma personalizada el tipo de dieta más adecuado para mantener o alcanzar el peso ideal con la finalidad última de adquirir unos correctos hábitos alimentarios básicos para una vida sana y saludable.