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Qué es qué, en materiales de relleno reabsorbibles

Qué es qué, en materiales de relleno reabsorbibles

Hoy en día, los tratamientos correctivos no invasivos realizados con diferentes materiales de relleno son unos de los más demandados en el campo de la Medicina Estética.

Con ellos conseguimos mejorar los signos de envejecimiento que se van evidenciando con el paso del tiempo. Ayudan a combatir la flacidez, mitigan surcos y arrugas de expresión y dan volumen a aquellas zonas que lo han perdido.

Estos tratamientos son biocompatibles y una alternativa válida tanto a nivel facial como corporal para conseguir una piel tersa y revitalizada.

En este punto es importante señalar que una cosa es recuperar un aspecto más joven, y otra muy diferente cambiar la fisionomía de la persona.

Cuando pensamos en rellenos, a muchos de nosotros se nos vienen a la mente imágenes de esas “celébrities” que han modificado sus rasgos faciales de tal forma que han provocado una distorsión de su rostro, haciéndolas casi irreconocibles y dándoles un aspecto de “muñecas de porcelana” que nos resulta artificial.

En realidad, con los materiales de relleno podemos atenuar o realzar rasgos específicos y dar forma y contorno al rostro para lograr una armonía facial y un aspecto más joven de una forma natural.

 

Un poco de Historia

 

La utilización de los materiales de relleno data de hace más de un siglo, siendo fechado el primer tratamiento en 1893, cuando el cirujano Gustav Adolf Neuber utilizó grasa autóloga para el aumento de tejidos blandos.

Posteriormente fue el cirujano Robert Gersuny quien, en 1899, utiliza vaselina (aceite mineral) para “formar” un testículo en un paciente que había sido castrado por epididimitis tuberculosa.

Más tarde, manteniendo la técnica de Gersuny, Eckstein sustituyó la vaselina por la parafina debido a que la temperatura de fusión de 65 grados impedía que se licuase en el cuerpo tras el tratamiento. La técnica provocó un enorme entusiasmo lo que motivó su uso masivo en múltiples tratamientos, sobretodo de índole estético: relleno de arrugas, defectos nasales o aumento de mamas y pene.

Pero a medida que se usaba, se fue informando de diferentes complicaciones graves y de secuelas que  provocaron que al final cayera en desuso.

Ya en el último tercio del siglo XX, en el año 1977, comienza a emplearse colágeno bovino que consigue la autorización de la FDA en 1981 como material inyectable para aumento de tejidos blandos. Aparece después el colágeno derivado de humanos y posteriormente el de origen porcino; siendo en 1995 cuando el uso del ácido hialurónico inyectable se posiciona como potente sustituto del colágeno bovino.

 

Cuáles son los principales materiales de relleno y cómo clasificarlos

 

Los materiales de relleno difieren unos de otros y actúan de forma también diferente en función de las propiedades químicas que determinan su estructura molecular,  de las propiedades físicas, como el tamaño o la elasticidad de las partículas que los forman, de si se llevan o no lidocaína en su composición y también de la técnica de inyección o de la profundidad a la que se infiltran en el tejido.

Una de las principales clasificaciones se basa en su duración y si son o no biodegradables, como podemos ver en la siguiente tabla:

Materiales de relleno

 

Conozcamos un poco mejor algunos de los materiales de relleno más utilizados

 

Materiales de relleno temporales

 

  • Grasa autóloga

 

A medida que vamos cumpliendo años,  la grasa que se encuentra en el tejido subcutáneo desaparece, sobre todo en cara y manos, provocando una pérdida de volúmenes y un aspecto más envejecido.

Esta pérdida del volumen graso no se produce únicamente en el rostro, sino en el cuerpo, lo que genera flacidez en los tejidos y pérdida de la silueta corporal.

La grasa se usa como material de relleno para remodelar o devolver volumen al contorno corporal o facial en un procedimiento mínimamente invasivo, en el que se realiza una extracción de grasa de una zona del cuerpo que debe ser procesada posteriormente, para luego ser inyectada en la región a tratar, bien sea para realizar un remodelado corporal, mejorar cicatrices o crear un rejuvenecimiento facial.

 

  • Colágeno de relleno

 

El colágeno forma las fibras responsables de integrar el tejido conectivo de la piel junto con las fibras de elastina y las reticulares. Se encargan de dar flexibilidad y asegurar la firmeza de la dermis.

Siendo el colágeno la proteína estructural clave y más abundante de la piel, es lógico el usarlo como relleno dérmico; de hecho, se ha venido inyectando durante décadas en las arrugas.

Se emplea para aumentar el volumen en zonas faciales, incluyendo el área de los labios, para las llamadas “patas de gallo” y para atenuar los surcos de la nariz y la boca, así como las de expresión.

No podemos obviar que una arruga es una pérdida localizada de colágeno y, por lo tanto, el pensar en reponer de nuevo el colágeno perdido mediante una inyección del mismo se presenta como la opción ideal.

Sin embargo, en la práctica, en algunos tipos de colágeno inyectable hay un riesgo de reacción alérgica y además su duración en el tejido suele ser menor que la de otros materiales, aunque la repetición del tratamiento aumenta su durabilidad; por ello en los últimos años otros tipos de rellenos se han posicionado por encima del colágeno.

 

  • Ácido hialurónico

 

El Ácido Hialurónico es una molécula natural que se encuentra en nuestro cuerpo cuya principal misión es la de regular la hidratación de la piel debido a su enorme capacidad higroscópica (de atracción de agua a su alrededor), además favorece los mecanismos de transporte de los tejidos y su oxigenación.

La producción de ácido hialurónico se va reduciendo con la edad llegando a tener solamente el 10% de la producción a los 60 años; por ello su reposición nos ayuda a dar una solución estética eficaz a diferentes alteraciones de la piel producidas por el envejecimiento, e incluso por enfermedades o traumatismos.

Como material de  relleno dérmico, el Ácido Hialurónico se perfila como uno de los más utilizados ya que está indicado para dar volumen, mejorar la elasticidad de la piel, eliminar líneas de expresión y atenuar surcos y arrugas faciales aportando hidratación y elasticidad al tejido dérmico.

Otras indicaciones quizás menos conocidas de este material son el tratamiento de cicatrices, la rinomodelación sin cirugía, el rejuvenecimiento de manos o la remodelación del lóbulo auricular.

Las principales ventajas de este relleno son su escaso índice de contraindicaciones, su facilidad de uso en manos de profesionales cualificados y que, al tratarse de una técnica mínimamente invasiva, el paciente puede reincorporarse con normalidad a su vida laboral tras el tratamiento.

 

Materiales de relleno semipermanentes

 

  • Hidroxiapatita cálcica

 

La hidroxiapatita cálcica es un mineral presente en el cuerpo humano en los huesos y dientes, razón por la que el organismo no provoca rechazo ni genera reacciones adversas en su aplicación.

En la Medicina Estética se usa como material de relleno debido a que se trata de un producto no alergénico, biocompatible, reabsorbible, y con una buena duración.

Posee una textura viscoelástica que permite dar volumen en zonas como los pómulos, rellenar líneas de expresión, o definir las facciones adaptándose a los cambios que van produciéndose en el rostro y consiguiendo un resultado muy natural.

La hidroxiapatita de calcio es un producto semipermanente con una duración en el tejido dérmico de entre los 18 y los 24 meses, lo que lo convierte en un producto muy recomendable.

 

  • Ácido poliláctico

 

Es un relleno cutáneo compuesto por microesferas de ácido Poli-Láctico que se disuelven en agua estéril para una presentación inyectable. Es un componente inmunológicamente inerte, biocompatible, biodegradable, atóxico y reabsorbible.

Está indicado en personas con flacidez y que presentan arrugas profundas o surcos faciales, y también en caso de cicatrices deprimidas u otro tipo de defecto de volumen en la piel.

Mediante infiltraciones subcutáneas se implanta y actúa estimulando los tejidos mediante la generación de colágeno consiguiendo redensificar las zonas tratadas y devolver parte de la firmeza y del grosor que la piel había ido perdiendo, alisándola y dándole un aspecto más juvenil, además de mejorar el contorno facial.

 

  • Policaprolactona

 

La Policaprolactona (PCL) es un polímero compuesto por microesferas totalmente biodegradable, biocompatible y reabsorbible.

Mediante  un procedimiento mínimamente invasivo, consigue una estimulación del colágeno redensificando la piel, recuperando volúmenes perdidos y definiendo contornos.

Ayuda a mantener la piel de la cara elástica y tersa, a rejuvenecer zonas como las manos o a definir el cuello o el escote.

 

Como conclusión

 

En el momento de elegir un material de relleno debemos tener en cuenta sus propiedades y características que  establecen cuál es su indicación principal, el modo de aplicación, la duración que tendrán en el tejido, o los efectos que podemos conseguir con cada uno de ellos.

De ahí la importancia de acudir a un médico estético que, además de poseer la suficiente experiencia, conozca las técnicas y productos que nos administre y tenga también un buen criterio estético para saber cuál es el material que mejor se adapta a nuestro rostro o cuerpo, porque cada caso es particular y cada persona diferente.