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¿Qué es la celulitis?: Cómo tratar y prevenir su aparición

Tratamientos corporales

¿Qué es la celulitis?: Cómo tratar y prevenir su aparición

¿Qué es la celulitis?

 

La celulitis, desde el punto de vista estético, es una alteración del tejido celular subcutáneo acompañada de cambios en la microcirculación del tejido conjuntivo;  esto se refleja en  la superficie de la piel que se aprecia irregular, con pequeños bultitos y hoyuelos, es lo que comúnmente se conoce como “piel de naranja”.

Este tipo de celulitis no constituye un problema para la salud, pero preocupa a muchas personas por considerarse antiestético, sobre todo a las mujeres ya que, en mayor o menor medida, un 90% la presentan, siendo muy poco frecuente su aparición en los hombres.

 

Tipos de celulitis

 

  • Según la extensión afectada la celulitis puede clasificarse en generalizada y localizada:

 

La primera aparece de forma exclusiva en mujeres obesas, con hábitos alimentarios desequilibrados. Comienza en la pubertad y el proceso continúa a lo largo de toda la vida de la mujer.

La segunda se presenta sólo en determinadas zonas del cuerpo y puede ser dolorosa. En los hombres, cuando aparece, se localiza en las partes más altas del cuerpo y en el abdomen.

 

  • Según sus características, podemos hablar de celulitis dura, blanda o edematosa:

 

La celulitis dura es frecuente en mujeres jóvenes que realizan una actividad física intensa, cuyos tejidos son firmes y bien tonificados; la piel de naranja se puede evidenciar  mediante la “prueba del pellizco” y se localiza fundamentalmente en muslos y glúteos.

La celulitis blanda o flácida se presenta generalmente en mujeres de 35-40 años que han sufrido ganancias y pérdidas de peso bruscas o en personas sedentarias o aquellas que alguna vez fueron activas y ya no lo son. La zona afectada presenta piel de naranja y un aspecto flácido que se evidencia más con el movimiento.

La celulitis edematosa se encuentra en mujeres de todas las edades. La piel presenta a simple vista la típica piel de naranja, puede producir inflamación o edemas en las piernas y, en algunos casos, ser dolorosa al tacto.

 

¿Cómo se desarrolla?

 

La celulitis va evolucionando en diferentes fases.

  • En una primera etapa la microcirculación venosa y linfática se enlentece y la zona donde se encuentra la celulitis se palpa espesa, menos elástica y más fría y comienza a verse a la presión la “piel de naranja”. Es frecuente notar la sensación de pesadez de piernas
  • En la segunda etapa aumenta la dilatación vascular se acumula líquido en el tejido subcutáneo provocando un acolchamiento. Junto con la piel de naranja pueden aparecer estrías y pequeñas varices y se comienza a sentir dolor al palpar la zona.
  • En la tercera etapa, hay una alteración de las fibras de colágeno que comprimen a las células grasas formándose  pequeños nódulos. La piel presenta hoyuelos y está fría y seca. Puede aparecer flacidez e incluso estrías nacaradas.
  • En la cuarta etapa los pequeños nódulos se unen y se forman nódulos grandes, profundos, duros e indoloros a la palpación. A simple vista se observa la llamada “piel acolchada o capitoné”.

 

¿Por qué aparece la celulitis?

 

El ser mujer predispone por sí mismo a la aparición de celulitis aunque existen otros factores que pueden favorecer su aparición o su gravedad.

  • Las razas blanca y negra tienen mayor predisposición a padecerla que la asiática, así como las mujeres que tienen antecedentes familiares de obesidad o celulitis.
  • Los cambios que se producen en los niveles de estrógenos en la mujer en la pubertad, embarazo o menopausia, el uso de anticonceptivos o la terapia de sustitución hormonal pueden causar su aparición o su empeoramiento si ya existe.
  • Los malos hábitos alimentarios con un exceso de comidas calóricas, de grasas saturadas y de sal predisponen más a sufrir este problema, además pueden provocar trastornos digestivos que implican una mala eliminación de desechos y toxinas.
  • La vida sedentaria y permanecer mucho tiempo en una posición, de pie o sentado, dificulta la circulación de retorno influyendo tanto en la aparición como en la evolución del proceso.
  • El consumo de tabaco o la ingesta de alcohol favorecen los procesos oxidativos, además el alcohol aporta una elevada cantidad de calorías “vacías” favoreciendo el acúmulo de grasa.
  • Otros factores secundarios como  la ropa ajustada o que no transpire bien, el uso de tacones altos o las malas posturas corporales, el cansancio,  el nerviosismo, la ansiedad o el estrés pueden también influir en la celulitis y lo visible que esta pueda ser.

Algunos de estos factores pueden ser controlados ayudando con ello tanto a la prevención como al tratamiento de este trastorno.

 

¿Cómo podemos prevenir la celulitis?

 

  • Una alimentación sana es fundamental: Evitar las comidas ricas en materia grasa, tomar alimentos ricos en proteínas e incrementar el consumo de frutas y vegetales nos ayuda a prevenir o reducir la celulitis.

Algunos de los alimentos que nos pueden beneficiar por sus propiedades depurativas, digestivas, diuréticas, laxantes, protectoras de la circulación, su alto contenido en fibra o su aporte de vitaminas y minerales son: Acelgas, espinacas, ajo, alcachofas, apio, cebolla, zanahoria, espárragos, fresas, kiwi, manzana, piña, sandía, limón y arroz, cereales y pan integrales.

Ciertos alimentos deben consumirse con moderación, ya que su exceso no resulta beneficioso: entre ellos la sal, las proteínas, las bebidas alcohólicas, el café, el cacao o el chocolate.

Los alimentos que debemos evitar por su alto contenido en grasas y calorías son los alimentos muy procesados o la bollería industrial.

Mantener una ingesta diaria adecuada de agua es asimismo beneficioso ya que permite que el organismo este perfectamente hidratado y actúa como estímulo natural de los riñones favoreciendo la eliminación de toxinas.

  • El ejercicio o actividad física moderada diariamente, favorece la tonificación muscular, mejora la circulación sanguínea y linfática y previene y ayuda a eliminar el exceso de grasa acumulada en las células adiposas.

Se puede realizar una rutina en gimnasios o bien hacer caminatas a paso ligero por lo menos media hora al día, subir escaleras es también un ejercicio muy efectivo y son especialmente recomendables ejercicios específicos para las zonas de piernas, glúteos y abdomen, donde suele acumularse la grasa en mayor medida.

  • Fomentar y mantener un estilo de vida saludable evitando en la medida de lo posible las situaciones de estrés y el consumo de tabaco, manteniendo unos buenos hábitos posturales o vistiendo ropa adecuada, nos ayudará también a la prevención de la celulitis.

 

Tratamientos para reducir o eliminar la celulitis

 

Existen muchos tratamientos para reducir la celulitis, es aconsejable acudir a profesionales para que realicen un diagnóstico del tipo y grado de evolución y pauten el protocolo de tratamiento más adecuado  para combatirla.

  • Masaje y drenaje linfático manual: Mejoran el drenaje linfático y estimulan la microcirculación favoreciendo la eliminación de líquidos y toxinas.
  • Presoterapia: Estimula también la circulación sanguínea y el flujo linfático contribuyendo así a la eliminación de los líquidos, grasas y toxinas que generan la celulitis. Esta técnica facilita, además, el aporte de oxígeno a los tejidos promoviendo la regeneración tisular y la recuperación de la elasticidad cutánea.
  • Hidroterapia: Consiste en hidromasajes en bañeras especiales y duchas a presión.
  • LPG-Endermología y VELA-SMOOTH

LPG se basa en el masaje mediante rodillos a la vez que se realiza una aspiración de la superficie cutánea; el procedimiento actúa sobre la grasa subcutánea y el retorno venoso mejorando la elasticidad y la suavidad de la piel.

VELA-SMOOTH es un aparato basado en la combinación de luz infrarroja controlada, succión por vacío, movilización mecánica y energía eléctrica bipolar de conducción. Disminuye el volumen de la zona tratada y mejora el aspecto de la celulitis y la flacidez cutánea.

  • Plataformas vibratorias: Mejoran la movilidad articular y la flexibilidad, favorecen la tonificación muscular y la circulación sanguínea.
  • Ozonoterapia: El ozono, aplicado a nivel subcutáneo, permite oxigenar los tejidos y mejorar la microcirculación de los capilares, favorece la eliminación de ácidos grasos y sus propiedades antiinflamatorias y antimicrobianas contribuyen a desinflamar el tejido.
  • Carboxiterapia: La infiltración del gas Dióxido de Carbono (CO2) de tipo medicinal por vía subcutánea ayuda a restablecer la microcirculación y aumenta la cantidad y velocidad de flujo sanguíneo, además favorece la disminución del tamaño de las células grasas; esto se traduce en una mejora en la calidad de piel, una reducción del volumen de la zona y el alivio de síntomas como la pesadez.
  • Electrolipólisis: Es una técnica terapéutica que consiste en la implantación en las zonas con grasa de unas agujas muy finas conectadas a un aparato generador de corrientes de baja frecuencia que modifican la permeabilidad de los adipocitos y eliminan la grasa de su interior, estimulan también la circulación venosa y linfática ayudando a reducir así la celulitis.
  • Cavitación: Esta técnica aplica ultrasonidos de baja frecuencia que provocan la destrucción de las células adiposas reduciendo así la celulitis y el volumen de la zona tratada.
  • Criolipólisis: Es una técnica no invasiva mediante la que se realiza un enfriamiento preciso y controlado para eliminar los adipocitos en áreas localizadas del cuerpo sin dañar los tejidos adyacentes. Su indicación principal son aquellos acúmulos de grasa que no se eliminan con dieta o ejercicio en personas que están en su peso normal.
  • Lipoláser o laserlipólisis: Esta técnica mínimamente invasiva destruye el tejido graso por calentamiento al tiempo que contrae la piel estimulando la formación de colágeno y mejorando su elasticidad. Se realiza bajo anestesia local y permite tratar adiposidades localizadas como la papada con un corto período de recuperación.
  • Radiofrecuencia corporal: Es una técnica que se aplica mediante electrodos colocados en la superficie corporal del paciente produciendo una mejora en la microcirculación, aumentando el flujo sanguíneo y la oxigenación tisular y celular, incrementando el metabolismo, favoreciendo la disminución de volumen de los adipocitos y facilitando la detoxificación del tejido y el drenaje de residuos metabólicos, estimulando además la síntesis de nuevo colágeno. Debido a todos estos efectos está indicada en el tratamiento de la celulitis y en la reafirmación y remodelación corporal.
  • Mesoterapia: Este tratamiento consiste en la infiltración subcutánea, mediante microinyecciones, de sustancias que mejoran tanto la microcirculación como el volumen graso por su efecto lipolítico, favorecen el drenaje de toxinas y aumentan el metabolismo. Reduce de forma efectiva la celulitis y adiposidades localizadas.
  • Liposucción: Es una intervención quirúrgica que consiste en disolver la grasa acumulada y localizada sobrante en cualquier parte del cuerpo (abdomen, cartucheras, brazos, espalda, cara, cintura, etc.) para luego extraerla a través de una cánula por un efecto de succión. Es importante reseñar que la liposucción está indicada en el tratamiento de acúmulos grasos pero no en la celulitis, aunque en ocasiones puede ayudar a mejorarla, ya que en algunas personas ambos problemas coexisten.

 

Como tratamiento complementario de mantenimiento se pueden emplear los anticelulíticos de aplicación tópica. Actualmente existen en el mercado muchos y variados productos (cremas y geles) cuyo éxito depende en gran medida de la constancia en su aplicación. Un buen tratamiento anticelulítico debe actuar sobre la microcirculación sanguínea, sobre la grasa de los adipocitos y sobre el tejido conjuntivo, de forma que favorezca la activación de la circulación y la eliminación de líquidos y grasa y ayude  a la reafirmación del tejido y mejora de la calidad de la piel.

Destacar que, al igual que para la prevención, para optimizar el resultado de los tratamientos anticelulíticos es importante seguir una dieta sana, realizar actividad física diariamente y mantener unos hábitos de vida saludables.